No es que el acusador sea una carmelita descalza, pero tampoco ayuda.

Nadie es una monjita, una carmelita descalza que no abra la boca.

De la oscuridad surgen los tradicionales hábitos de una carmelita descalza.

Si sos una carmelita descalza seguro que no te dedicás a la política.

Yo no te digo que soy una monja carmelita descalza.

Sebastián, Anica y Baffa salieron esperanzados de la entrevista con el fiscal.

Torné a la casa pronto y sin vino; Anica ya dormía.

Ya no recuerdo todo lo que les grité a Danilo y a Anica.

Había algo más que mantenía en secreto, y que ni siquiera Anica conocía.

Era extraño lo mucho que me importaba imaginarme a Anica cerca de Danilo.